Cómo hacer un «elevator pitch»
Un ascensor. El inversor perfecto para tu negocio. Unos cuantos pisos por subir o bajar y un viaje de dos minutos.
El concepto de «elevator pitch» surge de la idea de entrar en un ascensor y encontrarte al colaborador o inversor que deseabas para tu idea o negocio. En este ascensor los dos vais al mismo piso y es por eso que tan solo cuentas con dos minutos, o menos, para llamar su atención. ¿Tu objetivo? Atraer su atención, seducirle y conseguir que le interese tu sueño.
Este es uno de los mayores desafíos de un emprendedor o startup, conseguir que alguien invierta su tiempo y dinero en tu proyecto. El «elevator pitch» es un término utilizado en la jerga empresarial que engloba una técnica de presentación de ti y de tu idea de negocio o proyecto durante un corto espacio de tiempo y ante un público objetivo que podría estar interesado en tu proyecto. Por tanto es necesario que tu discurso sea breve, claro y eficaz. Y, por supuesto, que trasmita nuestra pasión por nuestra idea.
El tiempo, muy a tener en cuenta
¿Por qué el tiempo es tan importante? Porque según los expertos uno de los fallos más comunes que se comete en las presentaciones es alargarlas demasiado. Cuando distendemos demasiado nuestro discurso podemos terminar por aburrir y hacer que se pierda el interés de los que nos escuchan.
Eso sí, la duración también dependerá del tipo de audiencia y del momento. Es decir, no es lo mismo hacer un «elevator pitch» cuando te encuentras en un evento de networking que hacerlo en un lugar delante de una audiencia que ha venido a escucharte.
Claves de un buen «elevator pitch»
Un consejo para elaborar un buen «elevator pitch» es dividir tu exposición. Como imaginamos que se trata de un ascensor partiríamos la presentación según las plantas en las que se para.
- Primera planta: tu primer cometido será captar la atención del oyente. Puedes hacerlo con una frase llamativa que genere interés.
- Segunda planta: sería positivo hablar de quién eres, cuál es tu experiencia y razonar por qué puedes conseguir que tu proyecto tenga éxito.
- Tercera planta: lo mejor es dedicárselas al proyecto. En qué consiste, cómo tienes pensando desarrollarlo, por qué y para qué lo quieres llevar a cabo.
- Cuarta planta: para marcar la diferencia. Este tiempo debe ser utilizado para explicar y justificar tu elemento diferenciador. Además, aclarar por qué deberían confiar en ti y en tu producto o servicio.
- Quinta planta: el final es bueno reservarlo para el modelo de negocio. En este caso se explicará la rentabilidad y el éxito. Es importante hacer hincapié en por qué será rentable y en las ventajas de apoyar el proyecto.
Además de optimizar y dividir el tiempo hay otras cosas que son claves para un buen elevator pitch:
- Específico: una de las cosas que nos ayudará a que nuestro discurso sea mejor es adaptarlo a los inversores y las situaciones. Cuanto más específico sea nuestro elevator pitch más posibilidades tendremos de convencer a los colaboradores o inversores.
- Claro y conciso: no debemos olvidar que, en estos discursos, menos es más. Hay que evitar la palabrería y los conceptos vacíos. Ser lo más claros posible nos podrá ayudar despertar el interés de aquellos que nos escuchan.
- Sugerente: también es clave generar emociones. Si nuestra presentación no crea ninguna reacción en el receptor no conseguiremos que éste se interese en obtener más información.
- Explicar sin memorizar: hay que aclarar nuestro proyecto y contarlo pero sin tenerlo memorizado. En el caso de que lo hayamos estudiado y nos equivoquemos en una palabra es muy posible que nos pongamos nerviosos.