Claves para triunfar con tu ecommerce

12 junio, 2019
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Los consumidores están cambiando su manera de comprar. Ya no es necesario desplazarse hasta la tienda física para comprar un determinado producto y se apuesta cada vez más por el comercio electrónico. Basta con un teléfono móvil, pc o tablet con conexión a internet para acceder a la compra de prácticamente cualquier producto que nos podamos imaginar.

El del comercio electrónico es uno de los sectores comerciales que más está creciendo en los últimos tiempo y todavía queda mucho camino por recorrer. Según la Oficina Europea de Estadística, más del 30% de los españoles realizan compras online entre 3 y 5 veces al año. Además, en 2018 el 63% de los españoles había realizado compras online a través de sus dispositivos móviles, según datos del estudio M-commerce: la (R)evolución de la tienda online del Observatorio Cetelem.

Estos datos evidencian la importancia de la transformación digital en los negocios, dejando cada vez más de lado la tienda física y apostando por dar el salto al comercio electrónico.

Principales formas de comercio electrónico

El comercio electrónico no se limita únicamente a las tiendas online, ya que existen diferentes tipos de ecommerce en función de varios aspectos como su finalidad, destinatario, objeto o plataforma.

La finalidad se refiere al tipo de transacción. En este caso pueden ser ventas privadas o subastas. Según el objeto encontramos e-commerce de productos, servicios o de contenidos. En función de la plataforma distinguimos entre social e-commerce, aquel que se basa en redes sociales y mobile e-commerce, donde se incluyen las transacciones que se realizan a través de smartphones y tabletas.

Por último, algunos de los ejemplos de comercio electrónico según su destinatario son:

  • Negocio a negocio (B2B): se da en aquellas empresas en el que el comercio se realiza con otras empresas u organizaciones. El objetivo de ambas es la venta final al consumidor.
  • Negocio a consumidor (B2C): se trata de la forma de comercio electrónico más habitual, la tienda online. Las empresas venden productos o servicios a los consumidores.
  • Negocio a empleado (B2E): se trata de que la empresas ofrecen precios especiales a los trabajadores para mejorar su desarrollo en la empresa.
  • Consumidor a consumidor (C2C): es lo que se da en marketplaces donde una persona ya no necesita un producto y lo vende a otra a través de internet.
  • Gobierno al consumidor (G2C): este tipo de comercio electrónico se da cuando el gobierno permite a los ciudadanos que lleven a cabo sus trámites online. También aquellos de pago, que implican una transacción online.

Ventajas del ecommerce

El comercio electrónico tiene distintas ventajas respecto al comercio tradicional:

  • Está disponible durante todas las horas del día, todos los días del año.
  • Se pueden eliminar los límites geográficos porque el cliente puede comprar desde distintos lugares.
  • Hay más posibilidades de que las campañas sean especializadas porque es más sencillo segmentar a la audiencia.
  • De la misma manera podremos llegar a más gente porque Internet ofrece una cartera de clientes más amplia.
  • Se simplifican las transacciones y se reducen los costes. Abrir una tienda online permite la reducción de costes ya que, por ejemplo, se puede evitar pagar por el alquiler de un local. Además, la publicidad que haremos seguramente será online, y esa es mucho más barata que la publicidad en medios tradicionales.
  • El remarketing permite volver a conectar con un cliente que ha comprado o que se ha interesado en tu producto.
  • Tenemos la posibilidad de medir y monitorizar todas las acciones que llevamos a cabo a través de la analítica web. Con esta información será más fácil la toma de decisiones para mejorar.

Consejos para tu ecommerce

Posicionamiento SEO

Al abrir nuestro negocio ecommerce una de las primeras cosas a tener en cuenta será nuestro posicionamiento SEO, ya que cuanto más tráfico orgánico generemos mejor será nuestro posicionamiento. Sin un buen posicionamiento orgánico dará igual la gran calidad de nuestro productos o lo buena que sea la atención al cliente, porque será difícil aparecer en los primeros resultados de los motores de búsqueda.

Las cuatro Ps

También existen términos del marketing tradicional que se deben aplicar al marketing digital, en este caso a nuestro ecommerce. Se trata de las cuatro Ps: producto, precio, publicidad y punto de venta. En cuanto al producto hay que dejar claro qué vendemos pero también tener en cuenta el empaquetado o la entrega, entre otras cosas. En relación al precio debemos estudiar a la competencia y decidir en base a qué seremos más caros o más baratos que el resto. En la publicidad hay que delimitar cómo vamos a darnos a conocer en función de los presupuestos que manejemos, etc. En el punto de venta, en este caso, deberemos decidir si nos conviene vender solo online, a través de nuestro ecommerce, en tienda física o fusionando ambas.

Web sencilla, práctica y profesional

Al crear tu ecommerce también estás creando algo con lo que el cliente te va a vincular. Es por eso que será beneficioso para tu comercio electrónico una web que sea elegante pero simple de usar, donde los usuarios puedan navegar con facilidad. El alojamiento web es clave. Tener un buen servidor web en el que alojar la tienda online es muy importante. Igual que lo es la interfaz de comercio, la herramienta con la que se gestionan los comercios online. Una interfaz adecuada facilitará el proceso de compra.

Diseño responsive

Como ya hemos comentado al principio del artículo el 63% de los españoles había realizado compras online a través de sus dispositivos móviles. Este dato demuestra que es muy importante que tu e-commerce tenga un diseño que pueda adaptarse a los smartphones, así podrás alcanzar un público más amplio.

Entrar por los ojos

Hay tener en cuenta lo que ven los clientes, es decir, el catálogo. Invertir tiempo y esfuerzo en conseguir fotografías atractivas puede resultar positivo a la hora de vender porque posiblemente llegaremos mejor a los consumidores. Igual que el catálogo tener un carro de compra donde haya información sobre el envío, el pago, etc; también es clave.

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